El ánimo mezclado con la pasión de vivir el Carnaval de Negros y Blancos, declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se integraron con la amabilidad de los pastusos para sorprender nuevamente a los turistas quienes se contagiaron de la alegría, colorido, diversidad, vestuario y creatividad que se funden en una fiesta donde todos, sin excepción, vibraron al son de un "Que viva Pasto, carajo", en la cual, la espuma y el talco, se vuelven parte de una celebración inolvidable, llena de emociones capaces de conquistar a quienes se atreven a vivir esta fiesta.
Cada una de las carrozas, carrozas no motorizadas, murgas, comparsas, colectivos coreográficos y disfraces individuales que desfilaron durante el 06 de enero, es el resultado del trabajo de varios meses en el que cultores y artesanos dan vida a personajes e historias que se aprecian durante el recorrido del desfile magno y en el que los maestros reciben abrazos a la distancia, como ellos los denominan y que están representados a través de las risas, aplausos y vivas que simbolizan una felicitación.
La gerente de Corpocarnaval Guisella Checa Coral, entregó un balance positivo de la jornada y expresó que el desfile inició a la hora prevista acompañado por un día soleado. "Hoy mostramos toda la diversidad cultural del carnaval, recreando la puesta en escena del pensamiento y de nuestro imaginario, con la creatividad de los artistas y artesanos".
En el cierre del desfile magno de la versión 2015 del Carnaval de Negros y Blancos el entusiasmo de los turistas y los residentes de la capital de Nariño, reflejaron a un pueblo que disfruta con respeto y admiración de un patrimonio que hoy permite mostrarle al mundo entero el talento y la diversidad cultural de la región.
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